sábado, 26 de abril de 2014

Tatin el payaso



 Un día que llovía, el antiguo reptil, que era joven aunque hablaba viejo, se arrastro borroso entre la cortina acuosa hasta el carromato de Tatín.
 - ¿Tienes Té?
 - ¿Te vale café?
 - Acompañalo de unas ranitas
 - Me quedan unas pocas pero son de plástico
 - Echales mostaza
 - Vale
 - gracias
      Hablaron buen rato sin que notaran a la noche cubrir el campamento.
 - ¿Que voy a hacer ahora?, amo dos cosas en la vida- dijo colocándose la nariz redonda sobre la nariz. - Y no pueden convivir juntas-.
 - El aire aquí dentro está muerto, ve a buscarla
 - Amo lo que hago
 - Olvídala
 - No lo consigo
 - Algo debe morir, ahora, hoy–. Enarco una ceja escamosa. - ¿Esta noche?
 - No se a quién ,matar
 - Entonces ya conoces el camino, el siguiente paso, la vida es una escalera que debe recorrerse de peldaño en peldaño, siempre uno, nunca dos, o retrocederás tres.
 - ¿Quién crees que debe morir?
 - Las creencias son para los que están perdidos
 - No te entiendo
 - Dame la bufanda roja que esta en el cajón
      El payaso se levanto sin pensar y fue al armario señalado por su amigo verde
 - Aquí no hay tal cosa
 - Ah, pero yo no lo sabía
 - Pero yo si
 - Y aun así has mirado. Dos cosas, toda la vida está encerrada dentro de tu cuerpo, no me preguntes donde, esto es así. Y para sacarlo, deberás probar. Maquíllate, esta noche es tu ultima actuación aquí.
 - Podría matarla a ella, o suicidarme, se que ahora sale con un tipo que vende seguros.
 - Alguien debe morir
 - Dímelo
 - No
 - Te traeré unas ranas de la charca
 - Eso puedo hacerlo yo solo, y eso es lo que debes entender. Cuando desconoces un resultado, lo importante radica en la búsqueda por encontrarlo, todo lo que le ocurrirá a tu alma en ese esfuerzo, es el regalo del conocimiento. Ahora vete, ya oigo el final de la actuación que precede a la tuya. Adiós Tatín, te quiero.
 - Bueno hombre, hasta luego, mañana compro Té, prometido.
 - Mañana aun no existe.
      Tatín salió a escena, en ese momento se marchaba la nueva encantadora de serpientes, nunca antes se había fijado en ella, era hermosa.
 - Buena suerte-. Le dijo ella.
      El payaso actuó de fabula, hizo reír a todo el mundo hasta que llego el numero del cochecillo abarrotado de gente. El atestado vehículo dio un par de vueltas al escenario, entonces el montón de enanos se bajaron del coche y empezaron a empujar para volcar lo con Tatín aun dentro. En ese momento brotó el payaso de un salto, los barrio a todos con su cola verde provocando un júbilo general y la sorpresa en los enanos. En medio de los aplausos el coche arranco y aparentemente solo abandono la pista para siempre, mientras el payaso saludaba con la mano y sonreía.
     El pequeño cochecillo ha sido visto desde entonces en muchos puntos del país, lo cuentan con orgullo los niños de todas partes. Todos los meses el cocodrilo recibe un paquete de ranitas, algunas de sabores que le agradan y otras que no, todas desconocidas.

 Dedicado a Humberto Dib, gracias por todo.

miércoles, 23 de abril de 2014

Comentarios 33 - para Humberto Dib - Palabras exactas



 Nunca quise ser su hombre, solo su escritor y disfrutar de su belleza y encanto, de la fuerza de sus ojos. De mi pluma me cree a mi mismo mil veces, con mil rostros distintos, para con voces variadas, entonar le a la vida. Alguna vez la guiñe un ojo y por un instante creo que supo quien era yo, pero nunca dejo el viento. Fui un mecánico que le cambio las ruedas, un tendero en múltiples ocasiones, seleccionaba las mejores piezas para ella, incluso fui naranja, me estremecí cuando sus dientes desgarraron mi carne, feliz de alimentarla. La casé en una iglesia llena de flores preciosas y fui matrona cuando nació su linda niña Marina.
 La enterré hace un tiempo, escave sudoroso la que se sería su morada eterna y dije unas palabras vestido de negro, que lloraron los asistentes que como yo, la amaran para siempre.
 Hoy barro la hojarasca otoñal que arropa su sepulcro blanco, donde reza – TE AMARE SIEMPRE SOFIA- y es verdad.

 enlace - Palabras exactas

Comentarios 32 - para Humberto Dib - Ecos de la nada



  ¿El sexo lo puede todo?, o ¿es la mujer la que todo lo puede?
 Está claro que el corazón atraviesa toda tierra y ve tras las coloridas pieles, su palabra universal no necesita idiomas, ni ingles, es el interprete por antonomasia, algunos dicen que es dios, ya se sabe, omnipotente. De todas formas el se callo lo suyo, dijese lo que dijese su padre. He visto muchas hembras y machos de cunas y ciencias opuestas, apartar sus razones a los pies de la cama incluso a las puertas de la iglesia y fundirse en promesas longevas que el saber del tiempo a tratado con dureza. Hace falta mucha fuerza para sobrevivir a las múltiples cadenas que el cosmos le pone al amor, ojo, no es imposible, incluso una suerte, que el sexo entre opuestos es mas intenso y un profesor vital inmejorable, eso si, de pruebas muy jodidas. Que la fuerza os acompañe, y el  amor.

 enlace - Ecos de la nada

Comentarios 31 - para Humberto Dib - Espejo



 Cuando fui a pagar, no pude coger la cartera ni terminar el café, de echo la taza comenzó a volverse translucida, lentamente, hasta que pude ver el mantel a través de ella. De pronto recordé y mire en derredor, mi padre lloraba en la mesa de al lado frente a un periódico, donde se veía mi foto junto a unas letras que rezaban mi muerte en accidente de trafico. Ayer fui a ver ami padre por su cumpleaños, como había olvidado comprarle algo, salí disparado a por un regalo, lo que fuera con tal de llegar a tiempo de comer con todos.
 Yo también quise llorar pero no pude, entonces me levante y después de abrazar a mi padre de aire, salí en busca del negro, que al parecer podía verme y había llorado por mi, para darle las gracias.

 enlace - Espejo

jueves, 10 de abril de 2014

Comentarios 30 - para La Ultima Rebelión - Quizá es el viaje


Aquella noche salí como cada otra, todo se veía amarillo y la gran luz lechosa marcaba los posibles caminos. Había olvidado cual seguir, cual era el correcto.
Me quedé pensando.
Saqué mi guitarra y apoyado en un roble, contemple su rostro blanco y le cante rasgando las cuerdas oxidadas, suplicándole a unos oídos que ajustician a los que no escuchan.
Había perdido algo y no saber qué era daba forma a mi castigo.
Busqué en mi interior desesperado el aspecto de quién fui, y asombrado por el caos de una memoria abarrotada de cosas innecesarias, lancé el instrumento lejos, lo suficiente como para no oír donde caía, con la esperanza de perder algo de mi que me importaba y romperme un poco mas, quizá irremediablemente, hasta destruirme y desterrar para siempre el dolor.
A los pocos segundos mi cuerpo se impulsó llevado por una fuerza que no consideré mía y que me sorprendió sonriendo, pronto sentí mis músculos excitados quemando fuego químico. Vi mis manos apartando matojos somnolientos buscando la guitarra y escuchándome gritar su nombre que se me antojo extraño.
¡ Incansable!
¡ Incansable!
El recuerdo encendió un faro antañoso que comenzó a parpadear insistente mientras buscaba sin hallar nada. Hasta que exhausto apoye las manos en el suelo y levante la cabeza para pedir una vez mas al rostro perlado.
Silencio.
La miré hasta que me vi reflejado en ella. No se cuanto tiempo, estuve así paralizado y luego todo cambio, note como se me escapaba el yo entre quejidos.
Yermo por dentro y con el alma muda, el aire arrugo mi nariz.
El aire hablaba.
Me susurraba un nombre.
Entonces miré al suelo, ya no tenía manos. Con los amarillos encendidos pude ver el camino.
El camino rojo.
No necesité pensar., 
Corrí hasta que me ardió la carne
Corrí hasta que pude masticar el tibio cuerpo de quién me dejó sordo.
Una vez saciado, pude cantar de nuevo y esta vez, escuché en la bóveda los ecos hermanos dándome la bienvenida.

Saludos de JU

 enlace - Quizá es el viaje

Comentarios 29 - para Un cuento en tu oído - Los domingos


Recuerdo cuando recordaste a tu abuelo, ahora, cada vez que preparo un chocolate, recuerdo que la muerte en vida, deviene cuando se pierde la memoria. Pero tu aun la conservas, y ahora, yo también. ¿Dime, practicas tu la chocolatada de domingo?, ¿crees, de no ser asi, que te sentaría bien hacerlo?. Quizá no te guste el chocolate, no importa, es el entresijo lo que tiene valor, es el habito de hacer algo que satisface, ya sea solo o con otros. Busca un niño o a quién sea y hazle algo un día, el que sea, convirtiendo ese momento en algo personal, crea tus propias balizas. Eso era lo que hacia tu abuelo, y esperemos que los tipos que se lo llevaron, no mataran el espíritu que una vez infundio fuerza a tu abuelo. Poniéndome mas serio y pesado, te diré que no pueden acabar con el espíritu, está ahí, solo tienes que llamarlo.
Un abrazo
Johnson Ulises

enlace - Los Domingos