sábado, 31 de agosto de 2013

relato corto - JACINTA LA LECHERA




Jacinta se despertó con un sueño revelador entre las manos, después de años del fallecimiento de su padre, se quedo sola en la hacienda familiar, como también heredo algún dinero, vivía tranquila sin tener muy clara la forma de su futuro, había alguien con quien quería compartirlo, pero era complicado, y así pasaban los días, se sentaba en la parte trasera de la gran casa que daba a las tierras de su propiedad, y miraba a lo lejos, al horizonte en busca de un destino, de vez en cuando se le pasaba por la cabeza alguna que otra idea y gustaba de contárselo a los seres que habitaban aquel mundo del que ahora era dueña, prefería hablar con ellos que hacerlo sola en voz alta, temerosa de que el viento le hurtara los tesoros de su mente, imposibilitando la manufactura de los mismos, y así decía:
- Hoy he tenido una idea, ¿sabéis?- y entonces se lo contaba todo a sus amigos, que como no la respondían, realmente no les profesaba una amistad real, para ella eran simples espectadores del teatro de su mundo interior.

Solía empezar con Paco, el gran naranjo, miraba sus enormes naranjas redondas y hermosas de formas y tamaños variados, naturales, que nada tenían que ver con las que vendían en las grandes superficies, porque este naranjo era solo para ella, y no necesitaba de productos químicos ni abonos especiales, tampoco las recogía y calibraba, no llevaban pegatinas con nombres como guste miel ni cosas así. Comenzaba con Paco porque exhalaba un aura señorial y llevaba allí desde antes de nacer ella, confiriéndole un estatus de sabio, luego preguntaba a Estroncio, el burro, qué le parecía su plan de ese día, este se limitaba a mover sus orejotas para escucharla mejor, pero guardaba silencio, también estaban por allí Gorgojo, la urraca, Camunto, el erizo y Curcuma, el arbusto, como en una obra de teatro, todos ellos la prestaban atención respetuosamente sin interrumpirla hasta que terminaba, que era cuando ella hacía una pausa en espera de confirmación a sus elaborados planes. Como la respuesta no llegaba nunca, se levantaba dándoles la espalda y sin despedirse entraba en la casa y cerraba de un portazo.

La verdad es que, en aquellos esquemas de posibles futuros, todo el mundo ganaba, Jacinta hacía algo increíble, creando un pequeño paraíso en la tierra beneficioso para los suyos, empezando por sus colegas de conclave, y todos eran muy felices en aquel gigantesco patio heredado, de futuro incierto.

Esa mañana, Jacinta se fue rápidamente al mercado, deseando contarle a su amiga la buena nueva, entro como una exaltación en la pastelería de Clara y la dijo que se pasara por casa a eso de las seis para merendar juntas, por supuesto no espero su turno en la cola, lo que tenia que contarle a su amiga no podía esperar. Después de hacer la compra volvió a casa, por el camino se cruzo con el marido de su amiga, -que guapo estaba Manuel ese día- pensó. Manuel salía de un establecimiento, era repartidor, recorría la comarca con una furgoneta grande, que a Jacinta le parecía enorme, como sus brazos, hacía calor y sudaba copiosamente por el esfuerzo de descargar los comestibles, Jacinta le enjugo la frente con un pañuelo de lino que guardo cuidadosamente, le dio un beso en la mejilla y le deseo un buen día, luego se marcho, no sin antes mirar de reojo la furgoneta. En casa limpio sobre limpio, comió y se sentó a esperar a Clara con la mirada perdida en el aire del saloncito de visitas, en ese espacio que parecía albergar poco mas que oxigeno y motitas de polvo que brillaban aritmicamente con el sol que inundaba la estancia, Jacinta podía ver perfectamente la forma de sus ilusiones, invisibles para el ojo ajeno, desde el alfeizar de la ventana, Gorgojo la observaba con detenimiento, como si su concentración le permitiese entrar en la cabeza de la señora de la casa, y poder así, anticipar el acontecimiento.


A las seis en punto el aldabón de la puerta de roble macizo, arranco a Jacinta de sus adentros.
- Pasa Clara, ¿como estas?-
- Bien, cuéntame eso tan importante- se conocían de toda la vida y los preámbulos no eran necesarios entre ellas.
- Vamos al patio, así te harás mejor idea de lo que te diga-
Una vez fuera, se sentaron de frente a la tapia que se perdía a lo lejos.
- Esta noche he soñado que convertía este lugar en un prado, verde, con varias clases de hierva, lo llenaba de vacas lecheras y allí, a la derecha levantaba un cobertizo donde poder ordeñarlas.
- ¿Que te parece?-
- ¿Vacas?-
- Si, lo arranco todo, los arbustos, el árbol y el pesebre, así sucedía todo en mi sueño, luego te vendía a ti la leche para hacer pasteles, y tu marido los repartía por todas partes, quien sabe, puede que incluso por el mundo entero-.
- Vaya Jacinta, es increíble, y todo eso salio de tu cabeza?-
- Si, bueno, ¿que te parece?-
- No se, pero si hay alguien capaz de hacerlo, esa eres tú, yo te apoyo, ya lo sabes.
- Si si, ya lo se- Jacinta miraba sin ver a su amiga, construyendo en la cabeza la forma de sus deseos.
Después de unos minutos de hablar para aquí y para allá, desaparecieron en la casa y el patio quedo en silencio, mas de lo habitual, de echo parecía un cementerio después de un grito horrible, donde hasta los muertos contienen la respiración completamente mudos a la espera de ver aparecer el horror en cualquier momento.

Por la mañana Jacinta se levanto y descubrió que estaba en cinta, se puso muy contenta, desayuno, se vistió, y marcho rauda al mercado, allí busco la furgoneta de Manuel, y tuvo mucho cuidado de esquivar la tienda de Clara. Al medio día regreso a la hacienda y puso un asado ha prepararse, salio al patio con la colada y una cestita de pinzas.

Tres días después de conocer la noticia de la vaqueria, Clara le dijo a Manuel durante el desayuno que no sabia nada de Jacinta, este se limito a encogerse de hombros y marcharse de caza. Clara decidió ir a ver a su amiga a la salida del trabajo, quizá podrían comer juntas.
Cuando llego a la gran casa llamo a la puerta sin obtener respuesta, después de un tiempo prudencial la abrió y entro, llamo en voz alta y nada, miro en las habitaciones y tampoco la vio por parte alguna, se dirigió a la cocina donde un fuerte olor a quemado le arrugo la nariz, en el horno había una bandeja ennegrecida que debió ser comida antes de quedar carbonizada, esto no era normal y empezó a preocuparse realmente, la puerta que daba al patio se encontraba abierta, salio y la vio tirada en el suelo junto al cesto de la ropa para tender rodeada por un arco iris de pinzas de colores, muerta.

La policía no tardo en llegar, el inspector apareció unos minutos después, para entonces había una patrulla de locales, otra de nacionales y una ambulancia a la espera del forense para retirar el cadáver. El forense dictamino que la muerte seguramente se debía a un impacto en la cabeza con el suelo pedregoso, produciéndola un traumatismo craneoencefalico.- Quizá se desmayo por lo que fuera - dijo el inspector Maturana - Quiero pensar que esta pobre chica murió en el acto-, le dijo al forense, - Ya se vera Maturana, le pasare el informe en cuanto lo tenga-.
Unas horas después el lugar quedó desierto, las sillas seguían apuntando en la misma dirección, abarcando el enorme patio. Fue Camunto quien rompió el silencio.
- ¿Significa esto, que ahora ya no habrá prado?-
- Esta claro que no- dijo Gorgojo - al menos por ahora-
- ¿Que quieres decir? - pregunto Curcuma con tono preocupado.
- Pues que esa ya no va a poner césped ni nada, pero no sabemos que hará el que venga después-
- ¿Entonces no me arrancan?- dijo con un estremecimiento que movió todas sus hojas.
- No- le tranquilizo estroncio, con las orejas de punta.
- Dime una cosa Gorgojo- dijo Paco - ¿ No parece que te importe la muerte de la señora?
- ¿Que insinúas árbol?- grazno y voló hasta posarse donde todos pudieran verlo bien, sobre la mesa junto a las sillas.
- Te he visto mirarla desde las ventanas, y hoy le faltaba el colgante de oro que le regalo su madre, no lo llevaba al cuello cuando la ambulancia se marcho-. El naranjo hablaba con calma y todos esperaron a que terminara.
- Así que piensas que la maté y después se lo quite ¿verdad?- gorgojo parecía enojado y movía la cabeza arriba y abajo con nerviosismo.
- No digo que la mataras, pero eres tú quién colecciona cosas brillantes, ¿quién si no lo habría hecho?- tardo casi un minuto en decir todo esto.
- Y que dices de ti- se giro moviendo las alas, mirándoles a todos para asegurarse su atención- no se si os habéis fijado, pero a Paco le falta una de sus naranjas de la tercera rama de la parte baja, a lo mejor la lanzaste y golpeaste su cabeza- ohhh dijeron los demás al unisono y se volvieron a mirarle y corroborar la ausencia de la pieza, el árbol pareció encogerse unos instantes.
- ¿Es eso cierto?- le pregunto Estroncio.
Camunto se acerco hasta que le cubrió la sombra del naranjo y miro hacia arriba.
- Por supuesto que no- se defendió Paco, -esa naranja se me callo anoche y un gato se la llevo, ¿porque crees que yo querría matarla?.
- Bueno Paco, tu tienes mucho que perder- espeto con voz ronca - eres un árbol, firme candidato a ser talado para hacer el prado, si eso no es un motivo-.
- Me sorprendes Paco- dijo Camunto -No lo hubiese pensado de ti-
- No tan raudo erizo, tu también tienes mucho que perder, si arrancan a Curcuma te quedas sin casa, a lo mejor dejaste una de tu púas en el suelo con la esperanza de que la pisara y cayera al suelo, golpeándose- Paco movió una de sus ramas dejando caer una gran naranja cerca de Camunto, el cual se alejo hasta situarse cerca de Curcuma.
- ¿Hiciste eso pequeño?- le interrogo el arbusto cuando se le acerco.
- Pues claro que no, me conoces de sobra, duermo bajo tus hojas cada noche-.
- Pues a lo mejor tu amigo arbusto es un asesino, erizo- Salto Gorgojo desde la mesa.
- No lo creo- le defendió Camunto.
- ¿Porque no?- grito la urraca con las alas abiertas- bien pudo ponerle una hoja de las suyas en el café de la mañana para envenenarla, se desmayo y bum, golpe en la cabeza, muerta, y nada de arrancarle.
- Cálmate Gorgojo- interrumpió Estroncio. - no creo que las hojas de Curcuma sean venenosas-.
- En realidad...- El arbusto titubeo unos segundos, - si son venenosas, soy una adelfa, así que si lo soy, venenoso, quiero decir-.
- Entonces quizá si fuiste tu- le dijo el burro apartándose de la hojas.
- Oye oye, no te dispares, tu también podrías haber sido- se revolvió Curcuma.
- No creo- dijo Paco, el estaba cerca del pesebre mientras ella colgaba la ropa.
- A lo mejor le lanzo una herradura desde allí- señalo Camunto.
- La policía la habría encontrado de ser así- dijo Paco.
- Quizás se la llevo después Gorgojo- observo Curcuma.
- ¡¿Que?!, te crees que somos cómplices, arbusto idiota- el pájaro levanto el vuelo y se marcho graznando insultos y amenazas. Unos arboles mas allá, se oculto en su nido malhumorado, sobre sus tesoros, todos brillantes, anillos, cristales de distintos colores, un colgante y un canto redondo de color rojo.
- Creo que voy a tomar el sol un rato- dijo Paco, y luego guardo silencio.
Camunto, agobiado, quiso guardarse bajo la base de Curcuma, pero ya no se fiaba y fue a buscar una piedra grande, junto a la escarbar un agujero. Estroncio les miro detenidamente, una leve brisa acaricio su grueso pelaje anunciando el cambio y después se marcho entristecido bajo el sotechado a rumiar lo sucedido.

Clara estaba en casa, triste, hoy no había abierto la tienda, no lo había hecho desde que encontró a Jacinta, sentada junto a la ventana del salón, buscaba en el paisaje cotidiano una explicación con que apaciguar la angustia que la paralizaba, ¿como podía haber ocurrido algo así?, pensaba, y de forma tan horrible. El inspector Maturana le había dicho, que su amiga estaba en estado. - ¡¿Jacinta embarazada?!- dijo sorprendida - ¿Pero como?- se pregunto en voz alta. - ¿De quien?- dijo a su vez Maturana, - ¿Porque no estaba casada verdad?-. El inspector había dicho que la pobre debió perder el conocimiento debido a una bajada de tensión o algo así, cayo al suelo pedregoso donde se le incrusto una piedra y ...en fin, eso es todo, lo siento mucho señora Buford. Maturana no pudo evitar abrazarla antes de despedirse.
Unos minutos después entro en casa el señor Buford, venia de caza.
- Hola Clara, ¿como estas?-
- Bien-
- ¿Hoy tampoco has abierto?-
- No, lo siento, no he podido-
- No te preocupes-
- ¿Que tal te ha ido?
- Bien, conseguí una liebre- la dejo sobre la mesa de la cocina, guardo en un armario el zurrón, la bota de vino y la honda, luego se lavo las manos - ¿Quieres café?-.
- Si, gracias, hacía bastante que no cazabas algo-.
- No es cierto, hace unos días mate una paloma-.
- Pero no trajiste nada-.
- No, la deje allí-.
- ¿Porque?-
- Es mejor así-. Se sentó a la mesa y le cogió la mano a su esposa, esperando a que la cafetera terminara.

                                                    fin

                                                                                          dedicado a  Isabel  A

lunes, 26 de agosto de 2013

trayadas - proyecto GAIA

Todo terminara, venían diciendo unos tipos pequeñitos, y no solo ellos, al parecer las piedras de medio mundo vestigiaban cadavéricas, el ultimo de los días. Por fin llego, ¿ y ahora qué?, ya no tenemos el papiro de lo que vendrá, el futuro es mas incierto que antes, de todas formas, me pregunto si es realmente importante si nuestra galaxia a dado una vuelta completa y ahora no sabemos a donde vamos, cuando si lo sabíamos, quemamos al mensajero, y en estos tiempos mas modernos, lo que preguntamos al enlace con las estrellas, bien podemos consultarlo en los tabloides amarillentos. Que mas da entonces la incertidumbre del hombre, yo prefiero saber quien le dijo a los bajitos como estaba organizado el cielo, debió ser flipante, lo normal es pensar en carros celestiales bajando de entre la nubes, vomitando de sus orondas tripas de plastiacero, hombrecillos verdes, a saber, hay quien dice por ahí que son hasta cuatro, las razas que nos visitan y que entre algunas de ellas se dan candela desde tiempos lejanos. Que fue lo primero que dijo?
 - saludos, venimos de las estrellas-
Creo que lo primero que ocurrió es que el tipo con ropa intergalactica piso un ñordarro de perro andino y espeto:
  - Me cago en estas larvas post apocalípticas que han olvidado la energía atómica, anda Carlos, dales un zippo, haber si por lo menos dejan de comer carne cruda.

jueves, 15 de agosto de 2013

poema - NIÑO VIEJO

Si no apuntalas la cueva, se te caerá mientras duermes
Embalsamado en piedra, vestigio del futuro
La desidia espantara al pájaro de la alegría
Atravesará los barrotes que impiden al ajeno y volara hacia el sol pintando nubes caprichosas
Corpóreas
Plasmando recuerdos vaporosos perecederos

Detrás marcha el dragón, dejando yermo el hogar

La fuente calmara tu garganta y el diluvio arrasara los cimientos desprevenidos

El frío templara tu mente y amputara tus piernas

El calor se fundirá con la carne rosa y el fuego lo devastará todo hasta blanquear los huesos.

Cobarde
Nunca escuchaste el ritmo de tu pecho, temeroso de encontrar el rumbo a la cima
Ya no recuerdas la entrada al bosque
Cansado
Perdido
Arrastras tu carne por las calles laberínticas de la complacencia mansa
Con la sangre parda mate, carroñeas el forraje de las bestias
Temeroso de la muerte
Olvidado el deseo por la búsqueda del mana del alma
Piel arrugada
Espíritu quebrado
Ya no recuerda un sabor que intuye, que jamas retuvo en la boca lo suficiente para grabar en el
cráneo gris el entresijo del hombre pobre
Aferra con sus garras los trocitos de su carácter roto, los ha manoseado hasta borrar su forma
primigenia para siempre
Con fuerza los encierra en un puño y llora
Los estruja para que la luz no se los lleve, la misma luz que un día buscó anhelante y que hoy le castiga

Sentenciado
Encorvado
Perdido entre los muros de las ilusiones, palpando grietas con las yemas mudas en busca de
sueños olvidados que rumiar al vacío

Reptando

poema - OLIVIA DEL AVERNO

Tenía un cuerpo de látigo
Largo como una tortura
Era hermosa
A mí me gustaba
Para el mundo era la reina de otoño
Perfecta
Única
De piel dorada negro tarántula
Si te miraba desde un mar de pestañas, te prendaba el pecho
De labios dulces y boca colmillada de promesas sangrientas
Mataba partiendo el espinazo
Pero antes jugaba
Cruel
Hasta cansarte, saciándote, separando la razón de los huesos
Desgarrando
Te dejabas comer la carne
Primero el corazón y luego las gónadas
Con los ojos del alma podías ver la carnicería sin derramar una lágrima al ocaso


Ya no puedo tocarte
Ya no quiero hacerlo
No me duele tu indiferencia
No siento pena por el próximo animal
Aquí donde me encuentro ahora, estamos todos los que te amamos

En el averno de las flores rojas, donde el huracán grita la canción del cortejo.

poema - LAS TRES PLUMAS NEGRAS - pluma de nacar - tiempo



poema 1 - TIEMPO

PLUMA DE NACAR


Te he buscado desde antes de esta vida
No me acuerdo si en las anteriores me esforcé en hacerlo
Pregunte por ti en varios idiomas que ahora no entiendo
He mirado en cajones ajenos con ojos rasgados
Los abrí con manos negras buscando la inspiración de tu forma
No hay en mi bagaje un solo bestigio que pueda usar como mortero de tú carne
No recuerdo mis otros nombres y este solo describe otra cara

Te busque en el océano
He arponeado dioses con la boca llena de sal para iluminar urbes agónicas
He cazado el venado del conde en su jardín de flores
Me han torturado por silbar a la joya del rey, al capricho de la reina
Me han matado por tender la mano
He quebrado los huesos de un bruto por patear a todos los perros del mundo y después de reírme
  le pedí a los dioses que anegaran de rosas el corazón de los hombres
Algunos vomitaron salamandras negras y aprendieron a tocar la flauta de agua
Otros se ahogaron con la garganta llena de estambres


Ayer vi una pluma negra debajo de un pecho
El izquierdo
Me miraste y yo deje de hacerlo
Por respeto me habría ido
Con valor quise cogerla pero ya no estaba
Tu piel de nácar lucía virgen de conquista
Hoyada
Libre
Aun no puedo tocarte pero ya se que existes
Te he encontrado en la mareas del tiempo
Te he visto en la carne viva esperando un dragón azul
¿Eres tú la que da a quién se debe?
¿Eres la que da cuando se debe?
¿Con que materia forjaras lo tangible?

   Te lo dí cuando nació la vida.

miércoles, 14 de agosto de 2013

poema - ARDILLAS

Estuve empujando y sudando hasta que el mundo no necesitó energía nuclear, ni eólica, ni solar.
Taladré tu coño cantando mariposas en tu oído derecho.
Tú gemías, impotente, cada intento fallido de convertirme en un hombre, un adulto, un ser mítico capaz de poner una lavadora solo, sin indicaciones tuyas o de un manuscrito técnico.
Te follé el alma con las ardillas cazadas en el bosque y que empalé en fila india.

Después seguí bombeando.

Por la mañana bajé a por el pan en silla de ruedas. Metí la cartera en un bolsillo delantero del pantalón, al rozar los genitales sonreí de dolor. No pude pagar, una segunda rozadura, habría prendido mí ropa en un llamatazo de amor final, seguramente habría terminado saliendo de la panadería a toda velocidad, impulsando las ruedas con mis potentes brazos, los mismos con los que te levanto del suelo para penetrarte después, sin usar las manos y distrayendo mi lengua con tus pezones ofensivos.

Rodando, siempre hacía el mar para llegar justo al borde y explotar en una bola de fuego perpetuo, trocando mi cuerpo en un faro para machos sedientos de carne de hembra, ansiosos por finalizar la puesta y volver raudos al océano que los engendro con los demás trilobites.

hammon, eres idiota - LA CUCARACHA

  Me acosté a las cuatro de la mañana, incluso mate una cucaracha, por ti.
No tendí la ropa porque de noche las brujas se reúnen lejos y los búhos solo escrutan, no cuentan nada.
Desde el salón puedo oírte dormir, desde aquí puedo olerte y embriagarme con la imagen de tus ojos cerrados.
Estuve masturbandome pensando en tú mejor amiga, pero sabes que te quiero. Ayer te hice un perrito caliente con mostaza y todo, incluso te acompañe a la playa, me la pase mirando las tetas de las que hacían topless en los fugaces instantes en que no me mirabas, porque yo solo tengo ojos para ti.

La aplasté con una zapatilla, la izquierda. La miré largo rato para asegurarme que estaba muerta, no quería que sufriera.
Paz y amor.
Me quedé sobao en el sofá.
Por la mañana cuando la viste...
- Eres un guarro-.
Es una ofrenda.
- ¿Por qué no la recogiste?-
Quería que vieses cuan valiente soy, lo que estoy dispuesto ha hacer por ti.

He estado consultando catálogos de escopetas.
Una Mossberg es ideal.
La colgaré en la cabecera de la cama como símbolo fálico del héroe protector, seguro que te excita en cantidades desproporcionas.

- haz café anda y recoge eso-.

martes, 13 de agosto de 2013

hammond, eres idiota - CENA TARDIA

Me dijiste.

  - Dime que le has echado sal al arroz-
Me clava los ojos atravesándome la piel en espera de respuesta inmediata, con un plato cargado de combustible en una mano y un tenedor en la otra. Acaba de hacer una salsa de tomate casera que derretiría los huevos del Albano Kosobar mas cabrón y genocida.

Menos mal que teníamos albahaca.
Mi sistema de supervivencia toma el control a la velocidad de la luz.

  - Si-

Yo no quería mentirte, lo he hecho porque si no, confundirías mis olvidos mundanos con la calidad del amor que siento por ti, pero compréndeme, cocer arroz no es una prioridad, esta por detrás de amarte, de soñar, de fumar y dar paseos con la mente en las nebulosas de los anhelos hasta que me de una hipoglucemia.

Siempre barro por donde pasa la novia y cuando friegas me echas la bronca, de vedad, es que prefiero tirar los muebles a moverlos y luego volver a colocarlos en su sitio.

No se como se enciende el aspirador, prefiero que las motas de polvo se acumulen debajo de las puertas para evitar las corrientes de aire.

Tampoco limpio cristales, si quiero ver el mundo, abro la ventana y dejo entrar a los vencejos para que se coman las moscas de mi desidia.

Yo te amo desde dentro.

  - ¿Has comprado el pan?-
  - Lo estoy amasando con los poemas que te dedico-
  - No sirves para nada-
Sonrío ruborizado.

Ayer estuve leyendo una revista que decía que el noventa y cinco por ciento de los hombres no recuerda las fechas importantes de su pareja.

Yo te dibujo flores en blanco y negro en post-it que pego por toda la casa, que mas da si no recuerdo cuando naciste, yo nací para ti, en el día exacto en que soñé que el amor es un ente vivo con consciencia propia.

  - Baja al perro-
Se me queda cara de...
Mierda, el otro día le abrí la puerta para que bajara solo, porque pensé que ya era un adulto, capaz de enfrentarse a nuevos retos, y no me di cuenta de darle unas llaves.


lunes, 12 de agosto de 2013

relato corto - NO VIVIMOS, JUGAMOS A QUE LO HACEMOS

  Carlos salio de casa a comprarse un móvil nuevo, tenia puntos conseguidos con gran esfuerzo y tesón, muchas horas de estudio técnico lo convertían en un experto en tecnologías telefónicas e informáticas y todo esto sin estudiar una carrera técnica. Filosofía y master incluido habían ocupado los últimos años de su vida. Aplicado, metódico y condenadamente apto para los bytes.

 Antes de salir, consulto en la red las formas mas rápidas de llegar a la tienda, a pesar de lo bien que conocía la ciudad que le vio nacer. Después de anunciar al planeta entero sus intenciones, se vistió y salio pitando. Su madre oyó cerrarse la puerta y fue a la entrada, luego a la habitación de su hijo donde hubo de esforzarse en su intento de localizarle, quince minutos después volvió a la entrada y observo que las llaves estaban donde siempre las dejaba, un cuenquito de plástico con aspecto de haberse manufacturado con bambú. Su marido, que marcho pronto a trabajar, aun no tenia que volver, la mujer se queda mirando la puerta.

  En la calle, Carlos recorría las aceras con paso firme, era uno de los días mas importantes de su vida y él pensaba que era el mas importante de todos. Ese nuevo modelo hacia lo mismo que el anterior mas dos o tres opciones nuevas que un neófito no sería capaz de encontrar entre los cientos de opciones posibles. Pobres retrasados infelices, pensaba. En cuanto lo tuviera en sus manos, otros expertos de la vida como él estarían inmediatamente un paso por detrás, prácticamente en la prehistoria, convirtiéndose casi en inadaptados sociales.

  Arrancado de la proyección virtual mental de su ego masturbatorio, Juan lo para y saluda.
 - Hola Carlos, jo tío, cuánto tiempo, al menos desde el colegio-
  La base de datos de Carlos tarda entre doce y quince segundos en situar al tipo que tiene delante y entonces inicia secuencia de respuesta.
 - Juan....no te tengo agregado.
 - ¿Cómo?- Juan no le entiende, pero como hace mucho que no le ve, en vez de preguntarle qué ha dicho, lo tantea inconscientemente para ver si sigue siendo la misma persona que él recuerda.
 - Tío, de verdad, qué bien lo pasábamos en el cole, sobre todo jugando al baloncesto.

  Carlos piensa rápidamente.
   ¿Basket?
  Y explora las manos de Juan en busca de un mando de consola a la vez que se pregunta donde oculta la pantalla y por dios, ¿que clase de batería portátil podría alimentar ese arsenal móvil con el que jugar en la calle?, el sueño húmedo de todo moderno tecnoelectropavo. Como no ve nada desconfía, y aunque se muere de ganas de preguntar, la sola idea de ser superado en tecnología, sencillamente le chosca el consciente. El sistema de protección automático lo saca del apuro elaborando respuesta adecuada  en voz baja, como si escribiera en minúsculas.

  - Juan, tenias 13 años, pelo castaño corto, te gustó la primera película de Batman, protagonista, Michael Keaton, a todos nos gusto Kim Basinger, Batmobil muy original, Jack Nicholson fue un histriónico Jocker magnifico. Te gustaba Paula, delgada, alta, melena castaño cobrizo y ojos marron almendra, pija, no soportaba los chicos que llevaban chandal mas de tres veces por semana. Tú sacabas un promedio de siete en las notas con mas bienes y notables que progresa adecuadamente. Me caías bien, fuimos amigos y ambos sufrimos las indestructibles J'hayber blancas. Yo tenia ordenador, un Amstrad de disco tres y medio, tú un Spectrum de cinta. Lo siento, aquí se acaban mis recuerdos.

  Como sacado de su ensimismamiento, recuerda la importantísima misión que tiene entre manos.


........

hammond, eres idiota - SUEÑO ETERNO

  Tú hacías el gazpacho carajoto y yo el agua ni para uso externo.
  ¿Por qué sigo contigo?
  No sé que vi en ti, debió ser eso que vive dentro de todo macho, eso que sabe, eso que no entiendo, que es estúpido y que sonríe, la alegría de los bosques.
  Un imán que te encontró desde el otro lado de la galaxia.
  ¿Cómo es posible que comas atascaburras sin cebolla?
  Cuando te pedí que te mostraras me dijiste que te vestías con la penumbra de la trampa.
  Entonces quise tocarte y me queme las manos, como cuando el viento mueve la llama del mechero lacerándome los dedos, pero no me detengo hasta que enciendo el cigarro.
  Duele más después. Cuando llego a tu coño no sé si estas excitada.
  No soporto el gazpacho carajoto, mejor echa vodka la próxima vez. Seguro que no importa no verte los pechos mientras me cabalgas, así es mejor, para poder conservarte eterna, en un sueño de protohembra perfecta.


  Cuando mueras, tu calavera seguirá luciendo una melena fantástica.

domingo, 11 de agosto de 2013

poema - SOÑAR

  Soñar es para cuando se duerme.
  ¿Qué haces haciéndolo con los ojos abiertos?
  Sal fuera a buscar el viento y quedate hasta que se lleve tu carne,
  hasta que arranque las voces tatuadas de los dioses que te mintieron.
  Cuando ya no te quede sangre, mira y lee en tus huesos los vestigios del Celacanto.

viernes, 9 de agosto de 2013

hammond, eres idiota - DINERO PARA UNA REINA

  Te fuiste porque te encanta comprar ropa de verano los últimos días de otoño, que es cuando yo hago nido, emboto y saco el jersey de cuadros que me regalo en mi adolescencia una prima a la que siempre quise besar, y una vez, por gracia de los hados, le vi un pecho fugazmente en la playa y desde entonces no recuerdo ningún otro verano.

  Te marchaste porque te encanta comprar ropa de invierno al final de la primavera. Yo te amaba. Tanto que aun me arrastro sobre las chinchetas que fueron tus ultimas palabras, con la esperanza de transformar mi carne para que se parezca a Lavin, a Vuitton o Balenciaga. Me alimento de frutillas del bosque oscuras, ricas en antioxidantes que adquiero en el corte ingles. Ahora estoy pensando en crear un huerto ecológico en macetas en el balcón, ese donde tantas veces compartimos un zumo, donde la luna palidecía en tus ojos cuando salíamos al fresco, y yo era el rey del barrio, el protohombre mas envidiado del sistema solar. Yo te miraba fumar, chupabas los cigarrillos con languido desprecio y la suave brisa te soldaba los pezones a la blusa de Lagerfeld.

  ¿Que se supone que debo hacer?
  Si hasta llevo unos bóxer de Calvin klein por fuera de los vaqueros, si esto no es suficiente.
  ¿Que puede serlo?
  ¿Debo quizá ser como el?
  Ese que ahora te estrecha entre sus brazos, a lo mejor si fumo puros gigantes y me alimento de carne cruda y monto una empresa donde el trabajo lo saquen niños de Banglades que nunca han soplado las velas de una tarta, puede que entonces, me mires de nuevo.
  Daría cualquier cosa por ser el perrito ese, pero no me pongas diamantes en el collar, prefiero una bandana de cuadros.

hammond, eres idiota - ZUMO DE NARANJA

  Cuando te tuve en mi adolescencia supe que fue para siempre, sabias mejor que la vida misma, entonces te fuiste, y comer se me antojo un deber vacío, necesario.

  La existencia se transformo en mera supervivencia, conseguir alimento en un yugo insufrible peor que alimentarse en si. El tiempo me detuvo la psique mientras horadaba mi carne. Deje de buscarte en los espejos, por si aparecías al fondo del reflejo cruzando el pasillo en busca de zumo al frigo, siempre bebías a morro y nunca cerrabas la puerta, tu sola creaste tu propio agujero sin ozono, porque decías que solo el sol tenia derecho a violarte a la salida de casa, a mi solo me dejabas mirarte mientras te masturbabas después de bañarte, con una toalla enorme en la cabeza, una mano regada de helado de nata cremoso que bailoteaba en tu boca con cada gemido, y la otra, experta en tu coño, que bien hubiese podido tocar a Bach sin comerse una nota.

  Todos estos años mi cuerpo ha estado aquí, anclado por si volvías, y mi mente, congelada, dejo mi alma roto en el rellano, guardián de la ultima imagen que dejaste, un culo que dios me reconoció cuando le pedí que me acogiese en su seno, que era la mas alta creación sobre la faz de la tierra en todos los tiempos. Por supuesto no me acogió, dijo que no me había dado la vida para nada, que volviese cuando fuese un hombre.

  ¿Que vida?, si me nutria de tu rastro, de los restos que eran prueba de tu presencia, bebiendo el vaho que dejabas en la ducha, lamiendo el sudor que dibujaba tu silueta en el sofá en busca de sales minerales, comiendo el calcio de tus uñas perdidas en la moqueta, esnifando tu aroma en las sabanas hasta dejarlas como recién salidas de la lavadora, sedando mi mente con los ecos de tu risa.

  Y ahora estas en la puerta y dices hola y entras, atravesando mi cuerpo que ha vuelto con mi espíritu, y como hace mucho que no lo manejo, parezco un enano, anadeando detrás tuyo hasta la cocina.
 -chico- me dices.
 -¿por que cierras la puerta?
  Y le das un trago al zumo que habría ahogado a una boa y sonríes, el cartón cae vacío, le sigo con la mirada, para cuando toca el suelo te has ido, veo esfumarse tu estela por el rabillo del ojo, la cocina se pone fresca. En el salón tu cuerpo perfecto calienta el sofá que te ama tanto como yo, me miras con una cara que no ha pisado el tiempo, no como la mía.
 -¿Que? hoy es viernes, los viernes toca película.
 Ahora mismo me gustaría ser el mando a distancia que lame con ojos de niñita suplicante.

 Te fuiste de mi lado porque yo te amaba, te marchaste porque te quería tanto que alenté que crecieras, para que fueses un ser libre, capaz en el mundo, para que tuvieras tu propia voz y lo conseguiste. Con toda la seguridad de una heroína con armadura, saliste a devorarlo todo, tu belleza refulgia de tal manera cuando te largaste, que si te hubieses tirado por la ventana, los humanos de abajo al verte caer, se interpondrían y morirían para que tu pudieses brillar y cegarlos a todos.

  Fui bondadoso, generoso, justo, un héroe entre machos, un hombre. Y tu te bebiste mi zumo, te pague las pizzas y hasta done un riñón a tu mejor amiga, esa a la que ahora ni hablas porque discrepáis en el rimel.

 -De acuerdo, ¿puedo mirarte las tetas mientras vemos la película?

miércoles, 7 de agosto de 2013

hammond, eres idiota - TE HECHO DE MENOS

  No puedo recordar tu nombre, no te ofendas, no es que seas vulgar, pero tienes nombre de fotocopia. Me sorprende que después de tanto tiempo juntos, mano a mano, sea incapaz de llamarte como te nacieron.

  Recuerdo que fue bueno, lo pasamos muy bien, y no olvido la vez que deje de hablarte unos meses, esperando a que crecieras un poco, a que me dieses alcance, esperando mientras te dejaba cuenquitos de sabiduría con la esperanza de que te lo tragaras aunque te resultase extraño el sabor en el ego. No llegue a insultarte a la cara, pero te maldije en los ecos de mi mente privada, eso si, nada de mancillarte ante terceros, soy leal, lo fui. Un día por fin, después de que te vapulearan me miraste como antaño, y aunque creí que no lo necesitaba, la calidez me invadió, me sorprendió.

 La verdad es que te echo de menos, no como para buscar verte, no me importaría, y voy a seguir aquí, ¿porque no vienes tú?, ¿acaso no significo lo mismo?. Puedo ver tu cara en mi archivo de cuadros, es un oleo, ¿tanto tiempo a pasado?, los colores siguen frescos, creo que no me importaría estrecharte de nuevo, espero que ya no te suden las manos, y estaría bien que ya no pesaras noventa kilos, no pasa nada, pero ahora prefiero abajo que arriba, aunque dicen las wiccas que lo mismo da, que es lo mismo.

trayadas - EL VACIO

Es en momentos como este, en los que siento una mezcla total, de todo lo que soy, dentro y fuera, en mis vísceras y en el aire, incluso noto la corriente etérea que nos alimenta a todos al menos en este planeta y quizá un poquito mas allá.

  Me encuentro justo al borde de un vacío que no tengo muy claro que aguarda, y he parado, porque la razón me a dicho que lo haga, ¿y ahora que?, ya esta, ya he parado y ¿sabes que?, la sensación es de cansancio, vale, vuelvo a sentirme estable de nuevo, pero es una estabilidad que me deja roto, como si lo que realmente quiero no es esta seguridad, como si a lo que quiero ser le faltase algo que no tengo.

  Una entidad ajena a la lógica, incluso al instinto, en forma de zumbido constante cuya ubicación desconozco pero que esta ahí desde que tengo recuerdo que me esta llevando a la locura, y es contradictorio, porque creo que es una alarma indicadora de equívocos, la manifestación de estar incompleto.

  Es por esto que os digo que voy a saltar, y no ha dejarme caer o a esperar caerme o esperar que alguien me empuje o peor, intentar averiguar el modo de que otra persona me tire, lo digo porque la sensación imperante sobre todas las demás es de hartura, como si llevase toda la vida en una cascara que no es la mía, atisbando sin control reflejos de un hombre que intuyo deseo ser y que ahora no represento, y eso es miedo, y es desconocimiento, que curioso que sea la incertidumbre sobre mi mismo y un futuro desconocido lo que me impulse hacia delante, aunque la propia destrucción sea lo que me aguarde, pero también todas las demás posibilidades están presentes, cualquier cosa podría ser, recuerdo las palabras de un tipo que decía: deja que lo que tienes delante te golpee, deja que te destroce y sabrás lo que tienes que hacer.

  No se, ya veremos, salto.

lunes, 5 de agosto de 2013

trayadas - poema - REPRESIÓN

  Cada vez que el héroe que nació conmigo, ese que no tiene miedo,
  ese que no posee un color de raza especifico y que con la luz los muestra todos.

  Se alza alimentando los sueños de las plantitas de carne, los gigantes cansados,
  reaccionan molestos con violencia, golpeando con el descrédito en la boca.

  Sus pieles de piedra gris, no sienten el agua de las canciones.