miércoles, 9 de octubre de 2013

Comentarios 27 - para Rafael González Serrano - Edwar lee Masters, antología de Spoon Rivers


Jenderson alzo lentamente la boca negra de cañón doble y largo
marcando la figura conocida de su hermano vecino
cuando su carne durmiera bajo la madre que nutre los olivos
el camino al corazón de hermelinda seria de tramo corto
el hombre que es no seria el que sera tras agatillar la sentencia de plomo
ya no escucharía al sabio cuervo, ni vería vencejos gritar al viento
sus manos no podrían amar las rosas podadas y sus labios nunca reirían las elocuencias de los infantes
muerto
vivo
bagaría poseedor del anhelo ajeno
rota la ecuación celeste
alterada la corriente destinada
un segundo para ser dios de su vida
hacedor de ecosistemas humanos
ella le aceptaría
no le querría
el metal rugió metal
abrojos de muerte se cernieron sobre el paseante incauto
enamorado
ausente
el cuerpo yermo planto deseos rotos en la tierra ávida
Jenderson saboreo el triunfo un segundo
después se murió
y marcho raudo, vacío, en pos de un reflejo en el rostro de ella.

Ese escritor tiene una pinta fantástica, parece un libro increíble.
Si puedo lo leo.
Un abrazo Rafael González Serrano.

Atentamente Johnson Ulises.

martes, 8 de octubre de 2013

Comentarios 26 - para Paula Ramos Medero - Microcuentos del recuerdo


Congelada tras el primer click, viva de nuevo entre el segundo y el tercero
lo que ves es la realidad que te nutre
lo que oyes es mi alma cantando su nombre
es tu ausencia lo que plasma ahora mi añoranza
espiga en la memoria

Precioso cuento el tuyo, me inspiro unas lineas.
Un saludo.
Johnson Ulises.

Comentarios 25 - Victor Virol - Geometría



No hace falta nombre ¿verdad?
No
Es un sabor
Una elección
Un recuerdo en las yemas
Una promesa
La garganta rota de gritar al mundo sordo
Una sonrisa grabada en la cornea
Un pesar por lo mezquino
No olvides que el mundo eres tu, y ella y todo lo demás, incluso la impotencia de lo que duele.

Tus palabras me inspiraron, espero no ofenderle.
Un saludo.

Johnson Ulises.

Comentarios 24 - para Felipe Zapico - Cupones de descuento

Hoy fui a un museo
vendían toda clase de arte
me gusto un Velazquez, carísimo
llame decidido al digno poseedor
y me aseguro que al comprarlo por cien mil euros
me darían mil cafés en la cantina del museo
dije que tenia que pensarlo
y continué camino con la sensación bailando en derredor de que algo se cuajaba
por todas partes los escaparates de los bancos ofertaban una vida mejor solo para mi
a un coste ridículo y al alcance de la mano firmante de un gran hombre inteligente
por la calle busque un policía al que preguntar por la dirección de un concesionario
pero uve de conformarme con una señora bajita de cara redonda que me miro cual extranjero
están muy ocupados desalojando gente de sus casas, bueno de las casas de los bancos
contrariado eche un pie tras otro hasta alcanzar un polígono anexo plagado de tiendas
en una de ellas entre, dispuesto a salir rodando un carro a mi altura
el tipo, el vendedor adulante, lubrico bien mi orgullo
insalivando ventajas para hombres decididos
aseguraba triunfos masculinos irrefutables
me decidí por uno que afirmaba solo los dioses debían montarlo
y saque los fajos dispuesto en ancha sonrisa
el jambo concluyo que me regalarían cien litros de aceite para motores
entonces pensé y dije que debía pensar
salí de allí con cúmulo de sentimientos encontrados en la cabeza
unos metros mas adelante paro un hombre en furgoneta, me saludo y dijo
¿tienes hambre?
iba montado en un vehículo transformado en casa tienda de comida
hacia bocadillos y dormía en el mismo sitio
yo estaba aturdido por la mañana complicada, pero mi estomago pidió un super destroyer
consistía en rebanada de pan, loncha queso, tiras beicon, tomate pera en rodajas
loncha queso y salsa oscura secreto de la casa.
estaba bueno, que va, buenísimo, el tipo pincho una música agradable mientras engullía sabroso almuerzo, al termino le dije, ¿que le debo amigo?
nada
¿como nada?
nada
no entiendo
nada
¿entonces es gratis?
nada
¿y de que vive usted?
gane miles de millones, y mientras forjaba mi imperio industrial, lo perdí todo, familia, esposa, hijos, amigos. ¿y que me quedo a parte de la ingente pasta?
nada, le respondí
nada, dijo
se marcho feliz
esa mañana termino cuando me hice con una identidad falsa carísima multifuncional, me lo gaste todo en ella.
luego pedí créditos enormes en todos los bancos que encontré.
luego compre el museo y puse gratis la entrada.
luego vendí todos los cuadros a ricos del mundo y llene las salas del museo con lienzos en blanco y pinturas y pinceles para que cualquiera pintara lo que quisiera.
luego compre todos los coches de la ciudad.
que aplaste en cubitos en un desguace con los que hice una escultura enorme que podía verse desde el cielo, para que todo el mundo pudiese verlo desde Google maps.
se podía leer "busca el amor, y una furgo que se llama super bocatas y deja de ver la tele, café gratis en el museo del prado"
luego compre todos los burros de España y se los di a la gente para que fueran de aquí para allá.
finalmente me fui a casa.
Que tengáis un buen día.

Saludos señor, su entrada me ha inspirado, espero no ofenderle, no es mi intención.
Me gusta su blog

Atentamente Johnson Ulises.


viernes, 4 de octubre de 2013

Comentarios 23 - para Pepe Pereza



Dicen que hay que ser feliz para crear, que el orden y la limpieza son necesarios para producir la materia que arde en los hornos del alma, Que solo cuando tu entorno esta asegurado puedes expandirte mas allá de la mera supervivencia para volar en las corrientes del arte. Dicen.
Hay dos razones para que la hoja se mantenga virgen en el tiempo.
Interior vacío y miedo.
Una casa sin alquiler podría ser un castillo. O no. Depende del inquilino.
Un buen relato.


Atentamente Johnson ULises.


Comentarios 22 - para Sebastiàn Trento - Cariño, Cariñito - Lundehund



Los días eran el mismo, todos fundidos sobre los raíles. Salí a buscarte después de abandonarte en casa, como a los objetos que arriendan polvo en el garaje, en el lado de lo inservible.

Kilómetros, cientos y mas de ellos, y cada noche le pongo tu nombre a todas las sabanas húmedas de sexo. Todas las cuevas son copias de copias del día que te conocí, cuando te pregunte el nombre en los ecos de tu coño.

Hostia con la vocecilla que sabe, mierda con su justicia, no tengo fuerza para ese traje, me arranco la piel y me lanzo sobre abrojos de culpa.

Voy a cambiarme de sexo, empezare por una peluca a  la que pondré tu nombre, me dejara el juez poner tu foto en mi carne. Pero antes inseminare a todas las mujeres del mundo, los niños alimentaran el caldero de los dioses y ellas poblaran la tierra para que pueda ver tu cara aya a donde vaya.

Estoy en medio del campo, el tren no me aguantaba y le despedí tirándome en voltereta, he caído sobre unos cardos. Entre los matojos hay una revista porno agrisada por el sol, donde te veo follando con un machote que no soy yo.

Su relato me ha inspirado señor, espero no ofenderle.
Atentamente Johnson Ulises.


jueves, 3 de octubre de 2013

EDIFICIO - URSA - relato nº 1 - PARALISIS

 Johnson Ulises 

Demandantes: 1) Chapu Valdegrama/tema-Los celos:
monserga-palangana-estetoscopio-viruela-linfocito.
2) La ornitorrinco verde/tema ...
tetas-malditismo-españa-poeta triste.
3) Maria Marta M.P/tema- ...
doula-criptopolvo-oreja-bipolaridad-constancia.

EDIFICIO URSA - BLOQUE 3 - planta 9

Letra E - PARALISIS

Entro a toda velocidad en el edificio que conocía bien. Su aspecto, ubicación, vivía allí. Siempre cogía el ascensor, siempre, le esperaba si no le estaba esperando a el, no era claustrofobico, le gustaba, tanto cuando subía como cuando bajaba. El bloque tenia escaleras, como todos en todas partes, hoy iba a conocerlas bien, hoy no le esperaba la caja lenta, ni siquiera echaría en falta la monserga de la vocecita seductora y muerta de la mujer electrónica que anunciaba la condición del viaje - subiendo - - bajando- - cierre de puertas-. Estaba tan nervioso por lo ocurrido en la calle que solo los automatismos vitales de su mente y la memoria muscular pudieron traerlo de vuelta. Nunca te levantas una mañana en toda tu vida pensando que algo así podría ocurrirte. De saberlo, no saldrías de casa, no querrías despertarte, ni siquiera seguir vivo. Tampoco escucharía el - novena planta- de la mujer muerta del ataúd metálico-plastificado del sube-baja. Hoy no podía esperar, fue directo a la puerta que daba a la escalera, vio su mano coger el aire junto al picaporte por dos intentos, el tercero consistió en golpear la puerta exigiéndola que lo dejara pasar, que allí no estaba seguro, a las cuatro patadas el picaporte aulló con un crack sordo y cedió el paso al vecino lloroso que temblaba histérico. Subió los escalones de cuatro en cuatro con el pie derecho dolorido anunciando posibles hematomas. Solo pensaba en subir, subir hasta la protección de su piso, cuanto mas gritaba el pie, mas se impulsaba hacia arriba.

En el 5º piso desaparecieron las fuerzas, utilizo como recurso el terror que intentaba consumirlo para terminar el trayecto. Meter la llave en la cerradura le hizo parecer un borracho. Por fin dentro cerro de un portazo. Apoyo la espalda contra la hoja de madera como si pudiera contener una horda asaltante y busco sosiego en el mobiliario conocido. Algunas cosas parecían nuevas, le saludaban como si acabasen de instalarse en el apartamento. El espejo de la entrada mostraba una cenefa plagada de diminutas hojitas que se entrelazaban entre si, formando una filigrana indisoluble. No se reconocía en el hombre que aparecía al otro lado del cristal, mostraba los ojos enrojecidos y sudaba copiosamente. Miro en todas direcciones, temeroso incluso del aire que le aprisionaba la camisa empapada. Se desnudo de camino a la ducha, sujetándose a la pared del pasillo para no caerse, dejando un rastro de huellas dactilares con cada prenda que se quitaba. El suelo quedó sembrado de ropa multicolor. Tenia la esperanza de que el agua se llevara la desazón que lo atenazaba, o por lo menos que la mitigara en parte. No llego. Equivoco la habitación trastornado como estaba y acabo en el dormitorio, tumbado boca abajo sobre la cama.

Cuando despertó la luz parecía la misma de antes, se expandía como la viruela lamiendo cada objeto. Entrecerró los ojos dolientes y alargo el brazo para cerrar las cortinas, pero no lo vio suspendido ante el, para realizar el trabajo encomendado. No se movía, no podía hacerlo, no podía moverse, abrió los ojos hasta el máximo permitido y entendió que estaba paralizado. Después de varias horas de desesperación se sentía como un bebe indefenso, habría dado lo que fuese por una doula benevolente. Apoyado sobre su oreja derecha comenzó a escuchar voces. Se encontraba mentalmente ko, agotado por el esfuerzo de gritar sin conseguirlo, no aceptaba su situación.

Desde su posición podía ver la puerta abierta y la pared del pasillo, la constancia de los colores se desvanecía con el movimiento del sol. Junto a la puerta se entretuvo observando la bipolaridad de los trazos de un Velpister titulado criptopolvo, un cuadro dedicado al malditismo de los poetas tristes de una España indiferente. El autor plago el lienzo con el cuerpo de una mujer desnuda, las tetas resaltadas para encumbrar el erotismo como fuente de inspiración terrenal.

Estaba tan asustado por su estado que tuvo celos de las motitas de polvo, que deambulaban como linfocitos libres por la estancia, posándose a placer sobre objetos escogidos, el teléfono movíl sobre la cajonera, la lampara sobre la mesilla de noche, una palangana para ropa sucia. La cama entera parecía un estetoscopio gigante que atronaba su corazón sobrecalentado. No podía moverse, no entendía porqué y no sabia que iba a ocurrir. Las voces aparecieron de nuevo, pero no venían de su oído, se encontraban en su mente, después de unos minutos de estupor, se relajo, se conecto, creyó reconocer al vecino del quinto, el de la puerta B. El señor Juan, de unos cuarenta y cinco años, hablaba con su sobrina pequeña, Marina. La decía que se quitara la camiseta.


Comentarios 21 - para Jose Ramon Santana Vazquez - Horas Rotas




Todos son uno
de misma sangre cambiante
bajo la nutriente sentencia azul
Volutas de carne invisible
mutan alvéolos esponjosos
todo parte del todo
Latentes terrores se anunciaron
puntales avistaron la sombra en rosadas pieles.

Temeroso los lazos marchitos, se encoge el infante por el jardín caduco
Frio calor amalgamado
hoguera consumidora en la tierra, que aguardaba glaciada en profundidades
Lo cuento a el suplicante, un antiguo enemigo griego, una legión del inconsciente
Inclina la cabeza en la ponzoña acuosa, embrionario cadáver
Perseguido por hordas hermanas, canibales justicieros redentores
Salva distancias un muro con movimiento desbastador
claman castigo ensordecedores, por osadía impetuosa
apocalipsis retorcido
Se abren abismos entre mente y cuerpo, inalcanzables para la larva
Con susurros fui bálsamo embriagador, emplasto renovador
Vendas para las llagas, lentamente la labor penosa.

Desnudo de hierro el caballero
en igualdad contemplativa
aguarda el aire en silencio
Recato de hembra solitaria
enigmática fragancia
expele dulce hechizo revelador
Si quieres ¡pide!
rojo
hálito
solo tuya
tu fugaz y dos se quedan tras tu marcha
Un nuevo sol tenue, que aun esta por hablar
El nuevo amor alumbrado, con la prímula anunciante, pétalo a pétalo
Meridiano de ambos, de oriente a occidente
somos invisibles, en dos partes
Vestida con tus ojos florezco revivida, en tu risa inocente
como diamante forjado en entrañas de épocas
reflejada en ti
Con los huesos hambrientos
tu y yo, mentes unificadas, mudas las bocas
¿Ha muerto el ansia de la llama en fugaz rayo?
Con ojos terrestres y el estomago lleno, vacío de simiente
en ti culmino el horno dador.

La tormenta atronadora de caótica marabunta
yo en ti, tu en mi
te guardo en reinos baldíos
donde te encumbro en pedestales
prendado, me desdoblo en niño mentiroso y hombre cobarde

¿Porque muere degradado el vinculo de hierro, si en mi anida leal el compromiso?
hermosa devoción.

precioso cuadro de Pissarro

Se parte el verano en aguacero, me trastorna desubicado
Corren como lagartos erguidos, dentados hambrientos asesinos cual ariete
en un extenderse inconexo
despliegan una procesionaria de miasma precioso
bocas negras, cáncer de trajes muertos por miles de portadores
siento necrosándose el hormiguero, matadero de pétalos humanos
copan estatuas heráldicas
Nos huelen a res sabedores, almuerzo entre horas
enlatados en sótanos y torres como bandejas de supermercado.
De espaldas eres como todos
en girándote me espanto
ayer vecino, señor de tu casa, cabeza orgullosa
sonrisa engañosa y manos lacias, con corazón de adelfa
Miradas encontradas que esquivo con los ojos
hablando al vacío, flores perfumadas en tus oídos sordos
un disfraz de trotamundos
un ultimo vistazo y me lanzo tierra de por medio.

Muerte prevista, voy fuego hacia ti
como halcón maduro, rasgando el velo
firme por quebranto
una hoja mecida que cae meteoro
Se pierden las palomas, vacía la botella varada
espero tu voz en el cable eléctrico
eche el discurso ultimo, te llego en tono extranjero
Esos que jamas tu querrías o enterrarías
miran opacos, levantando olas de familiares ensalivados
Abandonaste mi lado como golondrina cumplidora
añoro el horizonte de tu estela, símbolo del futuro
en la noche tu nido vacío, rauda tu marcha.

Siempre te tendré presente
se desmoronan las cárceles
carreras, demonios tatuando la arena
desgarros a la espalda
jaula de manos y dientes
ojos ponzoñosos
tornado de muerte
yerma la tierra tras su paso
ríos de estampidas
unos lentos otros bravos
Esperabas mi llegada
he sudado con el viento
nuestras manos tocan reja separadora
cae la venda que alimenta pesadillas
canta el mirlo alabanzas
compiten sol y destelleantes narcisos
yo agradezco me vistas con tus brazos
y fundo desmoronado de amor.

Un saludo señor, su poema es increible, lleno de fuerza dinámica, me ha inspirado como rayo.
Espero no ofenderle.
Atentamente Johnson Ulises.




miércoles, 2 de octubre de 2013

Comentarios 20 - Para Maynor Xavier Cruz - La sirena




Un sireno mira fijamente el horizonte
hace tiempo que lo hace
aguardando mitigar una ausencia dolorosa
sobre una roca vestida de sal y que cobija al gobio
con dedos fuertes talla corales en formas soñadoras.

El señor del kraken le arde en el torso
le insta en furia búsqueda.

El sol se apaga fundiendo mar y cielo
y ya la piel sin brillo por los largos días a la intemperie
lo hace por tenacidad
para curtir sus músculos
ya no grita
solo susurra, como un anciano que aconseja tesoros
los corre limos hoyan ermitaños
ya no hay piratas de palo
ni cacerias bajo el agua.

Sus manos hambrientan una boca
su boca un cuello que morder
su hombría un gemido que se guarda el viento.

Su cola es la fuerza con que alimenta las mareas
quizá ella se refleje en sus escamas
y libere un poder que ni el mismo conoce
tal vez la mujer-pez lo engulla en su seno
como hace la tormenta con los islotes huérfanos
vírgenes de conquista.

Esa mañana el mar cantaba como siempre
el sol brillaba el mismo lienzo
el viento le hablo
el hombre pez devolvió las tallas al mar y
se zambullo en el negro acuoso dispuesto a recorrerlo.


martes, 1 de octubre de 2013

Comentarios 19 - Para letras Simbólicas - Entre amigos de Jaime Falcone


Es cerca de la llama que se encienden las vísceras del alma.
Siendo el motor impulsor del cosmos que habita en ti, en mi, en todo lo que vibra.
Debajo del fuego, detrás de la ceguera que arde, en el sosiego
encuentras todo le demás, lo que realmente alimenta el mana inmortal.

Saludos, tu poema me inspiro estas lineas, espero no ofender.
Me gusta el blog.
Un abrazo. Johnson Ulises.