Tenía un cuerpo de látigo
Largo como una tortura
Era hermosa
A mí me gustaba
Para el mundo era la reina de otoño
Perfecta
Única
De piel dorada negro tarántula
Si te miraba desde un mar de pestañas,
te prendaba el pecho
De labios dulces y boca colmillada
de promesas sangrientas
Mataba partiendo el espinazo
Pero antes jugaba
Cruel
Hasta cansarte, saciándote, separando
la razón de los huesos
Desgarrando
Te dejabas comer la carne
Primero el corazón y luego las gónadas
Con los ojos del alma podías ver la
carnicería sin derramar una lágrima al ocaso
Ya no puedo tocarte
Ya no quiero hacerlo
No me duele tu indiferencia
No siento pena por el próximo
animal
Aquí donde me encuentro ahora, estamos
todos los que te amamos
En el averno de las flores rojas, donde
el huracán grita la canción del cortejo.
El amor idiota, la pasión incontrolable. La muerte en su boca.
ResponderEliminarSaludos Ulises.
Saludos Ishtar.
ResponderEliminarIntensas letras, me estremeció completa.
ResponderEliminarYa no puedo tocarte
Ya no quiero hacerlo
No me duele tu indiferencia
No siento pena por el próximo animal
Aquí donde me encuentro ahora, estamos todos los que te amamos
En el averno de las flores rojas, donde el huracán grita la canción del cortejo.
Un abrazo.
A mi también, menos mal que le puse tinta, ahora ya mejor.
ResponderEliminarUn abrazo Soledad.