martes, 13 de agosto de 2013

hammond, eres idiota - CENA TARDIA

Me dijiste.

  - Dime que le has echado sal al arroz-
Me clava los ojos atravesándome la piel en espera de respuesta inmediata, con un plato cargado de combustible en una mano y un tenedor en la otra. Acaba de hacer una salsa de tomate casera que derretiría los huevos del Albano Kosobar mas cabrón y genocida.

Menos mal que teníamos albahaca.
Mi sistema de supervivencia toma el control a la velocidad de la luz.

  - Si-

Yo no quería mentirte, lo he hecho porque si no, confundirías mis olvidos mundanos con la calidad del amor que siento por ti, pero compréndeme, cocer arroz no es una prioridad, esta por detrás de amarte, de soñar, de fumar y dar paseos con la mente en las nebulosas de los anhelos hasta que me de una hipoglucemia.

Siempre barro por donde pasa la novia y cuando friegas me echas la bronca, de vedad, es que prefiero tirar los muebles a moverlos y luego volver a colocarlos en su sitio.

No se como se enciende el aspirador, prefiero que las motas de polvo se acumulen debajo de las puertas para evitar las corrientes de aire.

Tampoco limpio cristales, si quiero ver el mundo, abro la ventana y dejo entrar a los vencejos para que se coman las moscas de mi desidia.

Yo te amo desde dentro.

  - ¿Has comprado el pan?-
  - Lo estoy amasando con los poemas que te dedico-
  - No sirves para nada-
Sonrío ruborizado.

Ayer estuve leyendo una revista que decía que el noventa y cinco por ciento de los hombres no recuerda las fechas importantes de su pareja.

Yo te dibujo flores en blanco y negro en post-it que pego por toda la casa, que mas da si no recuerdo cuando naciste, yo nací para ti, en el día exacto en que soñé que el amor es un ente vivo con consciencia propia.

  - Baja al perro-
Se me queda cara de...
Mierda, el otro día le abrí la puerta para que bajara solo, porque pensé que ya era un adulto, capaz de enfrentarse a nuevos retos, y no me di cuenta de darle unas llaves.


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