lunes, 12 de agosto de 2013

relato corto - NO VIVIMOS, JUGAMOS A QUE LO HACEMOS

  Carlos salio de casa a comprarse un móvil nuevo, tenia puntos conseguidos con gran esfuerzo y tesón, muchas horas de estudio técnico lo convertían en un experto en tecnologías telefónicas e informáticas y todo esto sin estudiar una carrera técnica. Filosofía y master incluido habían ocupado los últimos años de su vida. Aplicado, metódico y condenadamente apto para los bytes.

 Antes de salir, consulto en la red las formas mas rápidas de llegar a la tienda, a pesar de lo bien que conocía la ciudad que le vio nacer. Después de anunciar al planeta entero sus intenciones, se vistió y salio pitando. Su madre oyó cerrarse la puerta y fue a la entrada, luego a la habitación de su hijo donde hubo de esforzarse en su intento de localizarle, quince minutos después volvió a la entrada y observo que las llaves estaban donde siempre las dejaba, un cuenquito de plástico con aspecto de haberse manufacturado con bambú. Su marido, que marcho pronto a trabajar, aun no tenia que volver, la mujer se queda mirando la puerta.

  En la calle, Carlos recorría las aceras con paso firme, era uno de los días mas importantes de su vida y él pensaba que era el mas importante de todos. Ese nuevo modelo hacia lo mismo que el anterior mas dos o tres opciones nuevas que un neófito no sería capaz de encontrar entre los cientos de opciones posibles. Pobres retrasados infelices, pensaba. En cuanto lo tuviera en sus manos, otros expertos de la vida como él estarían inmediatamente un paso por detrás, prácticamente en la prehistoria, convirtiéndose casi en inadaptados sociales.

  Arrancado de la proyección virtual mental de su ego masturbatorio, Juan lo para y saluda.
 - Hola Carlos, jo tío, cuánto tiempo, al menos desde el colegio-
  La base de datos de Carlos tarda entre doce y quince segundos en situar al tipo que tiene delante y entonces inicia secuencia de respuesta.
 - Juan....no te tengo agregado.
 - ¿Cómo?- Juan no le entiende, pero como hace mucho que no le ve, en vez de preguntarle qué ha dicho, lo tantea inconscientemente para ver si sigue siendo la misma persona que él recuerda.
 - Tío, de verdad, qué bien lo pasábamos en el cole, sobre todo jugando al baloncesto.

  Carlos piensa rápidamente.
   ¿Basket?
  Y explora las manos de Juan en busca de un mando de consola a la vez que se pregunta donde oculta la pantalla y por dios, ¿que clase de batería portátil podría alimentar ese arsenal móvil con el que jugar en la calle?, el sueño húmedo de todo moderno tecnoelectropavo. Como no ve nada desconfía, y aunque se muere de ganas de preguntar, la sola idea de ser superado en tecnología, sencillamente le chosca el consciente. El sistema de protección automático lo saca del apuro elaborando respuesta adecuada  en voz baja, como si escribiera en minúsculas.

  - Juan, tenias 13 años, pelo castaño corto, te gustó la primera película de Batman, protagonista, Michael Keaton, a todos nos gusto Kim Basinger, Batmobil muy original, Jack Nicholson fue un histriónico Jocker magnifico. Te gustaba Paula, delgada, alta, melena castaño cobrizo y ojos marron almendra, pija, no soportaba los chicos que llevaban chandal mas de tres veces por semana. Tú sacabas un promedio de siete en las notas con mas bienes y notables que progresa adecuadamente. Me caías bien, fuimos amigos y ambos sufrimos las indestructibles J'hayber blancas. Yo tenia ordenador, un Amstrad de disco tres y medio, tú un Spectrum de cinta. Lo siento, aquí se acaban mis recuerdos.

  Como sacado de su ensimismamiento, recuerda la importantísima misión que tiene entre manos.


........

2 comentarios: