jueves, 12 de septiembre de 2013

comentarios 7 - para Respirando entre palabras

El placer es de ambos, desmedido y con mesura en reparos.
Solo importa la carne y el alma como espectador invisible, deslizándose por la piel, desgarrándose por la boca, creando sueños con las manos, moldeándose los cuerpos hasta fundirse en uno solo, que debe, que puede, que anhela y suspira.
El tiempo no importa, el reloj se detiene, todos los días son el mismo, uno solo en un momento único, singular en llamas abrasadoras.

No importa lo que sigue, incluso si deviene la muerte, sera un final fusionado con el otro, habrá renacimiento.

enlace El vicio es solo mio

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