jueves, 15 de agosto de 2013

poema - OLIVIA DEL AVERNO

Tenía un cuerpo de látigo
Largo como una tortura
Era hermosa
A mí me gustaba
Para el mundo era la reina de otoño
Perfecta
Única
De piel dorada negro tarántula
Si te miraba desde un mar de pestañas, te prendaba el pecho
De labios dulces y boca colmillada de promesas sangrientas
Mataba partiendo el espinazo
Pero antes jugaba
Cruel
Hasta cansarte, saciándote, separando la razón de los huesos
Desgarrando
Te dejabas comer la carne
Primero el corazón y luego las gónadas
Con los ojos del alma podías ver la carnicería sin derramar una lágrima al ocaso


Ya no puedo tocarte
Ya no quiero hacerlo
No me duele tu indiferencia
No siento pena por el próximo animal
Aquí donde me encuentro ahora, estamos todos los que te amamos

En el averno de las flores rojas, donde el huracán grita la canción del cortejo.

4 comentarios:

  1. El amor idiota, la pasión incontrolable. La muerte en su boca.
    Saludos Ulises.

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  2. Intensas letras, me estremeció completa.

    Ya no puedo tocarte
    Ya no quiero hacerlo
    No me duele tu indiferencia
    No siento pena por el próximo animal
    Aquí donde me encuentro ahora, estamos todos los que te amamos

    En el averno de las flores rojas, donde el huracán grita la canción del cortejo.

    Un abrazo.

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  3. A mi también, menos mal que le puse tinta, ahora ya mejor.
    Un abrazo Soledad.

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