poema
2 - TIEMPO
PLUMA
DE SANGRE
Aquel
día contemple el techo celeste
de
las pretensiones del hombre constructor de antaño
tampoco
es que fuera mucho
pero
entonces creía erigir la escalera que llevaba a las salas de los
ángeles.
Te
dije en voz alta lo que veía, te lo
explique, lo hice en tu idioma
Te
lo desgrane en balde porque tus ojos
contemplaban otro paisaje.
Ese
día moriste
Tu
cuerpo de piedra grácil se convirtió en
el reloj de arena entre dos mundos
Esta
vida no ha sido mía
Todos
estos años, mi carne zarandeada
ha
deambulado el mundo esperando el regreso de un hombre que no había
nacido
ningún
humano nace sabiendo que vivir significa matar
hoy
he vuelto a la escalera
He
recordado que cuando te dije que podía
volar, tu guardaste silencio
No
pudiste darme lo que no tenias
Las
alas hay que ganárselas por el camino
largo
Casi
me muero
Casi
me matan
Casi
me mato
He
llegado después de girar una galaxia
entera
Estoy
en el origen pero ya no soy la misma cosa
Tu
eres la ultima cadena, la mas gruesa
La
mas antigua de esta vida, la primera de la otra
Toda
la existencia padeciendo que fuese tuya hasta los ancestros
primigenios
En
mi piel se advierten los jeroglíficos de
todos los otros
Hasta
que no era mas que simple plasma al rojo
Ya
no me duele que seas tú
Soy
tu asesino y mañana la tierra es nueva
Tu
herencia muere contigo, no quiero para el mundo lo que ofreces
Ya
te espere suficiente hasta desgastarse el anhelo
No
llores ahora
Es
tarde para eso
Es
tarde para que regreses al agua, ya no tienes branquias
Tampoco
te sustenta el aire por que nunca soñaste
La
cueva en la que te escondes vomitara tus huesos para que el sol
blanquee tu huella
Dentro
de unos años, las extremidades metálicas
de un dinosaurio mecánico
molerá
los vestigios de lo que pudiste ser.
un escalofrío, una semilla de lengua de salamandra, una lluvia de madreselvas rojas, un charco hecho con bocas que se abren como precipicios y gritan y estertoran un horizonte y cantan el peso del cuerpo como la herida y la cascada... tú lo debiste de oír ya todo eso
ResponderEliminarUn laberinto de zarzamoras movedizas, la urraca grazna runas estridentes que llaman al viento,
EliminarSe lleva la ponzoña que estúpido dejé me empañara el juicio, levanto los brazos y mutan la carne y los huesos, el córvido calla, el cielo se desgarra abriendo la matriz a la negrura del todo, alzo el vuelo para desaparecer.
La mañana trae prímulas escaladoras sobre el monte de la cascara que una vez me albergó.
Lo se y no hay otro camino.
Estimado amigo: He contestado su pregunta por e-mail. Dígame si me ha recibido.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
La recibí, gracias por el esfuerzo.
EliminarUn cordial abrazo.
Profundidad en tus letras, he viajado siguiéndolas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las traje después de viajarlas y ahora son de todos.
EliminarUn abrazo Soledad.